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Tras dos mandatos como padre guardián en el convento franciscano de Lucena y después de haber venido de Sevilla, este fraile natural de Arjona (Jaén) comenzará una nueva etapa pastoral y conventual en uno de los monasterios más significativos de España, cuya trayectoria histórica se inicia en el siglo XIV y que tras la desamortización fue recuperado y entregado a la orden franciscana.
Fray Joaquín Pacheco Galán ha realizado una labor constante de servicio durante su etapa en el convento lucentino y ha estado presente en no pocas celebraciones en Cabra. Vinculado a la hermandad franciscana del Lavatorio, entre otras predicaciones ha participado en los cultos de la hermandad del Huerto y de la real archicofradía de la Virgen de la Sierra y recientemente en la organización de la bendición del oratorio de la Purísima de la Fundación Aguilar y Eslava. Su colaboración con la vida cofrade en toda la diócesis de Córdoba ha quedado de manifiesto en numerosas ocasiones, como también en la de Sevilla de la que llegó a Lucena.
Deseamos a Fray Joaquín Pacheco Galán una exitosa tarea en su nuevo destino en el monasterio de Guadalupe a la vez que agradecemos su disposición y trabajo realizados en nuestra ciudad y comarca desde su misión en el convento de san Francisco de Lucena. En muchas ocasiones ha actuado como maestro de ceremonias de las celebraciones en las que ha participado el obispo de Córdoba, realizando una gran labor durante su mandato que, de acuerdo con las normas franciscanas, no puede prorrograrse más de dos trienios seguidos en el mismo convento.
Esta noche a las 21:00h en la ermita de la Aurora de Lucena tendrá lugar una misa de acción de gracias y despedida antes de partir para tierras cacereñas.
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