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La cofradía de san José y el Niño Perdido
09.12.20 - Escrito por: Antonio Ramón Jiménez Montes
 El papa Francisco ha convocado un año especial a la figura de San José mediante la Carta Apostólica «Patris Corde» (Con corazón de padre) que ha hecho pública este 8 de diciembre de 2020.
En Cabra hemos tenido cofradías dedicadas al glorioso patriarca y elementos que confirman la devoción que, a lo largo de los siglos, se ha tenido a San José. Da nombre al cementerio municipal que se abre en 1903 y contamos con imágenes suyas en varios templos.
La Cofradía del Glorioso Patriarca san José y Niño Perdido se funda hace cuatrocientos años tras la fusión de dos cofradías que lo tenían por titular. Una en la parroquia de la Asunción y Ángeles y otra en el convento de los Padres Dominicos. En 1620 se redactan los nuevos estatutos de ambas cofradías unidas que pasarán a tener su sede, ya como una sola, en la parroquial de Cabra. Celebraban la fiesta principal de san José y también la fiesta del Niño Perdido.
Parece que la fiesta del Niño Jesús perdido y hallado en el templo - que surge de la tradición del quinto misterio gozoso del Santo Rosario y del tercer dolor en la Corona Dolorosa - ya se celebraba en el siglo XVI, desde la presencia en Cabra de los padres dominicos. con una procesión en la que podría figurar la talla del Divino Niño llamado Dulcenombre de Jesús en el convento de los dominicos de Cabra. La Cofradía del Dulcenombre de Jesús de los dominicos se encuentra visitada por el obispo desde el año 1580. Consta también en el archivo parroquial de la Asunción la existencia de una bula de su santidad "para que las mujeres, con el fin de ganar la indulgencias, pudieran entrar en el claustro del convento de santo Domingo acompañando la procesión". Por tanto habría una procesión del Dulcenombre en el interior del antiguo convento dominico cuya imagen titular podría ser la de un Niño Jesús.
Junto al Dulcenombre existió también en los dominicos una cofradía de San José que es la que se fusiona con la de la Asunción hace cuatro siglos y que a finales del siglo XVII es cofradía gremial de escribanos y procuradores tal como se desprende de una «hermandad y concordia» para el aumento del culto al Glorioso Patriarca. El retablo de la Sagrada Famila, que ahora acoge la imagen de San Rodrigo (obra de Miguel Arjona), tuvo también que ver con esta cofradía y con la fiesta del Niño Perdido. La imagen de san José que había en ese retablo se ha usado algunos años para poner el Nacimiento, aunque actualmente, junto a la de la Virgen y el Niño, están retiradas del culto.
Como señala Antonio Moreno Hurtado, a finales del siglo XVII la antigua capilla de San Acisclo y Santa Victoria en la parroquia de la Asunción, por renuncia de los Aguilar y Vega, pasa a la Cofradía de San José, que estaba ubicada en la que actualmente tiene la Virgen del Socorro. Años más tarde, en el siglo XIX, la cofradía de san José, de la que fue hermano mayor José Antonio Marroquín, cede una parte para que se pueda abrir la puerta del Viático que actualmente se conserva y por la que los presbíteros salían directamente desde el sagrario de la Asunción para llevar el Santísimo a los enfermos.
La cofradía de San José también estuvo relacionada con el gremio de los carpinteros recogiéndose que estaba aprobada por el obispado y que celebraba fiesta con 100 reales de gasto, en un informe sobre las cofradías egabrenses que pide el obispo en la segunda mitad del siglo XVIII.
En 1828 el Real Colegio de la Purísima aprueba nombrar como «compatrono» a San José, a propuesta de José María Güeto y Luque, como se desprende de un acta del patronato: «El referido Sr. Vicario hizo presente que al darse principio a la solicitud del restablecimiento de este Colegio se encomendó con la mayor eficacia y confianza a la protección del Santo Patriarca San José, de cuya visible protección tiene repetidas pruebas, siéndolo otra nueva en su concepto el feliz resultado en el presente caso, por lo cual pedía con la mayor instancia a la Junta tuviera a bien declararlo compatrono, con su Santísima Esposa, a cuya propuesta accedió la Junta con la mayor efusión de ternura y devoción, resolviendo que se tenga por tal compatrono, y que en su día se hagan las mismas demostraciones de festejo que hasta ahora se han hecho en el de la Purísima», como recoge Antonio Suárez Cabello en un artículo sobre este patronazgo.
En Cabra contamos con varias imágenes de San José, además de la del Oratorio de la Purísima o la del Cementerio de San José; varias de ellas en la parroquia de la Asunción; otra en la parroquia de Santo Domingo o en la Soledad; en el retablo de la Sierra, y las hay en San Juan de Dios, lo mismo que en la antigua capilla del Asilo, en las Agustinas y Escolapias o en algunos de los lienzos de San Francisco y San Rodrigo. No podemos dejar atrás que figura en todos los misterios de los nacimientos que suelen ponerse por Navidad.
La Vizcondesa de Termens fue también gran devota de san José. A ella debemos las imágenes del santo en la capilla de la Fundación Termens, en el altar mayor realizado por Mariano Benlliure o la estupenda imagen de san José, obra de Pío Mollar - como el Cristo de la Expiración - de la parroquia de la Asunción y Ángeles.
Como ha señalado el papa Francisco este 8 de diciembre «El objetivo de esta Carta apostólica es que crezca el amor a este gran santo, para ser impulsados a implorar su intercesión e imitar sus virtudes, como también su resolución» para ello convoca este año dedicado a San José que terminará el 8 de diciembre de 2021 y que se va a celebrar con motivo del 150º aniversario de la declaración de San José como patrono de la Iglesia Universal.
La carta concluye así:
«No queda más que implorar a san José la gracia de las gracias: nuestra conversión. A él dirijamos nuestra oración:
Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal. Amén.»
Curiosidades
La devoción al «padre legal» o putativo de Jesús es muy antigua si bien recobra importancia cuando el día de San José es instaurado por primera vez por el papa Sixto IV en el siglo XV. Dicen que llamar a los José como «pepes» tiene su origen en esta condición de San José como padre putativo de Cristo. En los misales aparecería como «Sanctus Josefus Pater Putativo Christi» y, habiendo sido abreviado «Pater Putativo» en «P. P.», la gente leía «Sanctus Josephus, P.P. Christi» y de ahí llamar Pepe a los José.
En España, según datos del INE, 578.937 hombres llevan el nombre de José, siendo el tercero más popular después de Antonio y Manuel. En el caso de las mujeres, 269.508 españolas llevan el de Josefa, ocupando el quinto puesto tras los de María Carmen, María, Carmen y Ana María.
En Cabra, según Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, a datos de 2020, no está entre los tres primeros el de José o Josefa, pues en los hombres los nombres más comunes son Antonio, Manuel y Rafael, mientras que en las mujeres son Mª Sierra, Mª Carmen o Carmen. En nuestra ciudad José ocupa el quinto lugar entre los nombres masculinos mientras que María José y Josefa ocupan el 10º y 11º entre las mujeres egabrenses.
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