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La "bendición" del Viernes Santo
06.04.17 - Escrito por: Ángel Jesús Maíz Tejero
Según la Historia del Arte, en la iconografía cristiana católica, hay signos o posturas en las imágenes que transmiten un mensaje, y que expresan con más especificidad lo que se quiere representar, tanto en una pintura, relieve o escultura.
En este caso nos vamos a detener en el gesto de bendecir. Un ademán que expresa la bendición es aquel en el que el personaje representado extiende sus manos y brazos hacia ambos lados de su cuerpo. Al Cristo bendiciente se le representa con la mano un poco alzada elevando los dedos índice y medio, mientras que con el pulgar puede sujetar el anular y el meñique.
El significado de mostrar los tres dedos se debe a mostrar la Santísima Trinidad. De este modo se suele representar a Cristo, como Señor del Universo, en el ábside de las iglesias. Por otro lado, es similar al de Cristo bendiciente, el gesto dialogante que suele aparecer con la mano un tanto paralela al suelo y de perfil, y en este caso no se sujeta con el pulgar los dedos meñique y anular. Este gesto procede de aquellos movimientos recomendados para la retórica, de los antiguos maestros.
¿Y qué tendrá que ver esto con nuestro Viernes Santo egabrense?
En nuestra localidad, en la mañana del Viernes Santo, nos encontramos con que Ntro. Padre Jesús Nazareno, siendo fiel a su tradición centenaria, realiza y representa lo que hemos comentado anteriormente. Jesús Nazareno, tanto en la puerta de la Iglesia Mayor Parroquial de la Asunción y Ángeles a la salida como a la entrada, realiza este gesto de hablar y de bendecir, con todo el contenido que ello contiene. La Sagrada Imagen da la bendición a todo el pueblo egabrense que lo venera, sino que también tiene el gesto la intención de hablarnos, de comunicarse con cada uno de nosotros, en el camino al Calvario que está realizando. Nos está diciendo que nos ama y que va a ser crucificado por cada uno, que se ofrece por nuestra redención.
Este bonita tradición, esperada siempre por todos los que lo contemplan, no es algo de hace dos días, sino que es algo arraigado a lo largo de las décadas. De ello nos habla muy bien el cronista oficial de la Ciudad y prestigioso historiador, el profesor Antonio Moreno Hurtado, en su libro "La Cofradía de Jesús Nazareno de Cabra". Aquí el autor nos expondrá que "el acto principal de la bendición se hacía en la Plaza Vieja, en el encuentro que tenía Jesús Nazareno con la Virgen, San Juan Evangelista y la Verónica, durante la procesión del Viernes Santo. La bendición se hacía, también, al finalizar el desfile procesional, a la llegada a su templo (tradicionalmente en la placeta de la iglesia de San Martín, luego en San Juan de Dios y ahora en la Asunción y Ángeles). Este acto religioso repetir en la mañana del día 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Cruz, en la Plaza Vieja, en un acto multitudinario en el que intervenían otras cofradías locales".
Desde que la imagen se restauró, por manos de Santiago Molina Ruíz, a partir de ahí se recuperó la tradicional bendición que el Señor de Cabra hacía mañana del Viernes Santo a todo el pueblo de Cabra, quedando ya solo a la salida del Templo y a la entrada. Esto nos debe servir de llamada de atención a los que amamos nuestra Semana Mayor, para no dejar nunca que se pierdan costumbres tan antiguas y arraigadas que han definido desde siempre nuestra Semana Santa. Antes de acabar, que mejor que dedicarle una oración a Ntro. Padre Jesús Nazareno, en este tiempo de Cuaresma, de la boca de San Juan de la Cruz:
"Un pastorcico solo está penado,
ajeno de placer y de contento,
y en su pastora puesto el pensamiento,
y el pecho del amor muy lastimado.
No llora por haberle amor llagado,
que no le pena verse así afligido,
aunque en el corazón está herido;
mas llora por pensar que está olvidado.
Que sólo de pensar que está olvidado
de su bella pastora, con gran pena
se deja maltratar en tierra ajena,
el pecho del amor muy lastimado.
Y dice el pastorcito: ¡Ay, desdichado
de aquel que de mi amor ha hecho ausencia
y no quiere gozar la mi presencia,
y el pecho por su amor muy lastimado!
Y a cabo de un gran rato se ha encumbrado
sobre un árbol, do abrió sus brazos bellos,
y muerto se ha quedado asido dellos,
el pecho del amor muy lastimado".
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