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Algunos datos sobre el antiguo "Señor del Portal" o Cristo de las Andovalas
14.09.20 - Escrito por: Antonio Ramón Jiménez Montes
Nos acercamos este 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Cruz, a una imagen que, a pesar de estar en la antesala del Salón de Plenos de nuestro Ayuntamiento, no sólo es desconocida para muchos sino que tampoco se sabe de su historia material.
Desde los amigos de Cabra en el Recuerdo, vamos a compartir algunos datos sobre esta imagen de Cristo que responde a la iconografía del último gótico y que podría compararse con los crucificados más antiguos de nuestra ciudad, como son el Cristo del Socorro, el del Calvario o el de la Sangre de la Vera Cruz. Además se trata de una imagen que se ubica en un espacio municipal reflejando así que la propiedad es de todo el pueblo si bien no siempre estuvo en ese lugar.
Son muchas las personas que pueden aún recordar donde estaba ubicada pues hasta los años 70 del siglo XX se encontraba en una especie de retablo en la plaza de las Andovalas. De allí, cuando se derribó el muro de la casa sobre la que estaba colocada, pasó a las dependencias del nuevo Ayuntamiento tal vez pendiente de ubicarse en el futuro museo que se creaba oficialmente en 1973 pero que no tenía otras instalaciones que los propios salones municipales. El Crucificado, seriamente deteriorado, fue restaurado por el cordobés Miguel Arjona Navarro que por aquellos años tendría una presencia importante en trabajos realizados en Cabra. Le dio el aspecto que ahora tiene, sin policromía y quedando en la madera, a la vez que añadió las partes que le faltaban.
En cuanto a las referencias que tenemos sobre este Cristo de las Andovalas, como fue conocido por su ubicación, veamos que no siempre fue así llamado.
Nicolás Albornoz en su Historia de Cabra, publicada en 1909, en el apartado dedicado a Oratorios nos deja esta referencia: "Otro se encuentra al principio de la calle San Martín, hoy Juan Ulloa, e inmediato a la plazuela de las Andovalas y se llama Nuestro Señor del Portal". Veremos luego que este nombre podría venir dado por la existencia en la plazuela del pórtico de la Escuela de Cristo.
También Antonio Moreno Hurtado nos habla de este retablo en la que se conoció como Plaza de don Luis Soto y lo menciona como "Cruz del Cabello". Salvo alguna referencia suelta en prensa local, no tenemos más datos sobre este "oratorio" que, junto a algunas fotografías de la primera mitad del siglo XX nos llevan a calificarlo más como retablo callejero, aunque de dimensiones mayores de las que son habituales en este tipo de expresión de la religiosidad popular.
No olvidemos que los retablos callejeros son una de las tradiciones más antiguas que encontramos con la función primordial de "sacralizar los espacios públicos" y los encontramos en muchos lugares situados en los muros o fachadas de iglesias, conventos o, como en este caso, de edificios privados. Se generalizan a partir del siglo XVI cuando "salen a la calle" las imágenes dejando los retablos del interior de las iglesias para estar más cerca del entorno en que viven sus devotos.
En las actas de la Escuela de Cristo que hemos consultado, no aparecen referencias expresas al Cristo de la plazuela de Andovalas. Sólo hay una referencia en una reunión del 27 de abril de 1797 a la compra de un velo de damasco azul con una franja de plata para "Jesucristo Crucificado que la hermana Telesfora Solera dona a este hospital". Antonio Moreno igualmente nos habla de la llamada Cruz del Cabello, que estaba en la placita de don Luis Soto "una talla barroca, con un crucificado que ha llegado hasta nuestros días". Esa placita de don Luis Soto, es la actual de las Andovalas, que conserva la fuente y un entorno con piedras de jaspe rosado sin pulimentar, si bien las edificaciones contiguas han cambiado considerablemente.
En una reseña publicada en La Opinión en 1952 hablando de la zona a finales del siglo XIX dice: "La santa Cruz, el 2 de mayo, por la noche, hay que ver cómo se anima este llanete; compitiendo el vecindario en aportar el mejor rango de flores para adornar la efigie que lo distingue de otros barrios" en clara referencia al crucificado de las Andovalas, "Señor del Portal" o Cruz del Cabello, según las distintas denominaciones que hemos podido encontrar.
La estructura que tenía este retablo de las Andovalas no era excesivamente recargada. Una especie de hornacina cerrada con cristal, con un pequeño tejado superior, dos faroles a los lados y en la que se encontraba la imagen de un Cristo Crucificado de tamaño académico y policromado. Algunas fotos de los años 60 nos dan idea de cómo se encontraba la plaza, el retablo y la imagen. También en una de estas fotos se pueden ver los goznes de unas puertas que posiblemente tendría antiguamente y que cerraban la hornacina antes de que tuviera cristal.
Si atendemos a esas fotos, podemos ver que la imagen estaba muy deteriorada, con escasos restos de policromía, seriamente agrietada e incluso faltándole el brazo derecho. La cruz plana, la forma del perizoma, el tallado del pelo y la composición en su conjunto nos recuerda una imagen inspirada en los crucificados del último gótico, de la segunda mitad del siglo XVI. De trazas sencillas, toda la imagen fue intervenida, reintegrándose las partes que faltaban y dejando la madera al natural o barnizada. Desconocemos también si la actuación que hizo sobre el crucificado Miguel Arjona quedó recogida en algún informe que os aportara más información al respecto.
Lo que si está claro es que estamos ante un crucificado que es del pueblo de Cabra y que se encuentra en las casas consistoriales como reflejo de esta propiedad compartida, del que debemos conocer su origen y existencia, así como la historia material de la imagen y los avatares que lo llevaron a estar donde podemos verlo.
LA ESCUELA DE CRISTO DE CABRA
En el entorno de aquellas calles desde finales del siglo XVII se ubicó el Oratorio de la Escuela de Cristo y Hospital de Jesús Nazareno, una fundación que se creaba en la sacristía de la parroquia de la Asunción y Ángeles tras las reuniones de los días 12 y 13 de agosto de 1669 para "realizar ejercicios piadosos que se verán incrementados con la creación de un hospital y oratorio con los que atender necesidades materiales y espirituales de pobres y enfermos incurables". También en algún momento realizó funciones de casa cuna o de Expósitos. De aquella primera sede en la sacristía de la Asunción, al construirse el nuevo sagrario y reducirse el tamaño de su primer oratorio, se trasladaron a unas casas en el Barrio del Albaicín, entre las calles de Terzuela y de las "Sandovalas" llamada así por las hijas de Sandoval que vivía en esa calle y que luego perdería la S, quedando en Andovalas. Era un espacio que se ubicaba desde la calle de San Martín hacia el Arroyo de la Tejera y por donde venía el cauz de agua que, desde la Fuente del Rió, la traía hasta el Molino del Duque. Desde la donación que reciben en el año 1674 comienzan las obras y el 17 de abril de 1687 se aprueba la apertura del nuevo hospital y oratorio de la Escuela de Cristo que tendría torre, campana y pórtico.
Varios historiadores nos han ubicado en estos espacios. El Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de Madoz, publicado entre 1845 y 1850, en su tomo VII al hablar de Cabra nos deja también un plano en el que vemos situada la Escuela de Cristo en dicho lugar. Antonio Moreno Hurtado en su libro Las calles de Cabra, nos dice que "el hospital iba a ocupar toda la acera que hay entre la calle de Terzuela y la de las Sandovalas" y nos permiten, más o menos situar este antiguo Oratorio y Hospital en esas esquinas. En este espacio había también una plaza que es donde estaba el Cristo crucificado que ahora vemos en el Ayuntamiento.
Desde el año 1845 el arruinado oratorio de la Escuela de Cristo se utilizó para diferentes fines: escuela, teatro, bodega y despacho de vinos, que ha llegado hasta el siglo XX cuando se derribó para construir pisos.
Los nombres de las calles fueron De la Tercia, Madre Tovalina, y tb, desde la esquina de la Plaza Vieja hasta la entrada de la calle Terzuela, Calle de la Reina. La parte cercana a la plaza Vieja se conocía como calle del Jurado, luego de la Reina y hoy Juan de Dios Alcántara. La zona se conocería en el siglo XVI como Albaicín.
En 1723 compra el Hospital unas casas en el sitio de las Sandovalas que lindan con él, y en 1744 también la Escuela de Cristo compra otras casas en el mismo sitio para ampliar el hospital "miran al campo y puente de ella" y lindan con los corrales y casas de la Escuela de Cristo.
A finales del siglo XIX, todavía se conservaba la fachada principal de la Santa Escuela de Cristo, en la llamada calle de la Reina, sobre cuya puerta de entrada estaba el anagrama, en griego, con el nombre de Cristo. Daba la vuelta por la calle de las Sandovalas y hacía escuadra a la calle Terzuela. En parte de su solar se construyó el llamado Teatro Viejo, edificado por el Ayuntamiento en 1840, años después sirvió de cocheras a los autobuses de la familia Corpas León.
ALGUNOS DATOS EN EL SIGLO XX EN LA PRENSA LOCAL
En octubre de 1917 en una de columnas de La Opinión dedicadas al Santuario de la Sierra leemos: "El arcipreste don Andrés Caravaca Millán dona un frontal de mármol jaspe, procedente de la Escuela de Cristo y que se destinará al altar de san Pedro del Santuario, que va a estar magnífico".
En noviembre de 1922 hablando de los "Centros de Obreras", y la labor que se hacía formando a las mujeres en la Iglesia del Cerro, La Opinión añade que "recientemente se ha establecido en la Escuela de Cristo (Andovalas) otro centro de obreras que dio principio a su altruista labor el jueves 29 del pasado a las 8 de la noche, continuando todos los jueves a la misma hora".
En 1952 también se publica en La Opinión una reseña hablando de esas calles y nos dicen que (debió estar ahí tb el cuartel de la Guardia Civil ) de vuelta a la calle de la Reina "en las dependencias de la Escuela de Cristo se instaló un café cantante: guitarrista el afamado "Fajita", bailarina "La Isacia", adornada con cierto gracejo para el arte; bailador "Pijolín", el incansable artista; animador el sordo "ruiz" y como broche de oro "el Muito Lañaor" sempiterno émulo de "Cúchares" y del mejor andarín del mundo..."
Y añade "el teatro viejo actuó hasta el año 1878 en el que don Francisco Morno inauguró el de la calle Herrerías". Tras hablar de la calle Terzuela y "frente a la posada había la casa llamada "Señor del Portal".. y comienza aquí de nuevo la calle de San Martín. Lo Escribe Antonio de S.A. López desde Buenos Aires, en septiembre de 1952
En El Egabrense en 1975, en la sección de Julián García García, "sabía Ud. que?..."dice: "La Escuela de Cristo estaba donde después se levantó el Teatro Viejo, dando su fachada principal a la calle de la Reina y terminando en escuadra por la calle de las Andovalas".
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