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20 de enero, día del "señor San Sebastián" (II)
20.01.16 - Escrito por: Antonio R Jiménez Montes
Continuamos hoy, fiesta de San Sebastián, con la aproximación a la historia en torno a esta devoción en Cabra, uno de los titulares de la hermandad del Huerto.
Algunos datos sobre San Sebastián, su ermita y su cofradía, en Cabra (II)
Al fusionarse San Sebastián, Ánimas y Aurora en una sola ermita (1801), se produce también una fusión de las cofradías y para evitar problemas se propone que haya un solo hermano mayor. A propuesta del de la Aurora (José Antonio Marroquín) se acuerda que sea el de Ánimas y San Sebastián el nuevo hermano mayor de las cofradías unidas. Se trata de José Ramón Portocarrero, presbítero y beneficiado de la parroquial de la Villa de Iznájar. Marroquín será coadjutor mayor de la nueva Junta de Oficiales y se acuerda que se celebre un Cabildo General para la mayor estabilidad de los acuerdos tomados por las juntas de ambas cofradías.
En un documento recogido ante el escribano de Cabra, Manuel de Heredia y Dávila, fechado el 19 de enero de 1812, se da traslado de las anteriores escrituras y se recogen, entre otros datos, las condiciones en las que se produjo la fusión.
La primera es que "en el primitivo altar de dicha Iglesia (Aurora) se ha de colocar y permanecer para siempre la santísima imagen de Ntra. Sra. de la Aurora, con cuyo título y el de Ánimas ha de continuar dicha ermita".
Se recoge también que "en otro de sus altares ha de permanecer la de la Aurora Dolorosa y también las tribunas que de presente hay en la Iglesia" y que correspondían a las casas de José Antonio Marroquín y de los herederos de Ximénez de Valenzuela, así como una puerta que había desde la casa del fundador.
A partir la fusión de 1801, el culto a San Sebastián pasa a tener lugar en la ermita de la Aurora de la calle Granadal para poder celebrar los "divinos oficios, novenarios y jubileos" que habían dejado de hacerse en la antigua y desaparecida ermita de San Sebastián. También se mantiene la organización y realización de la procesión del Miércoles Santo, que estaba a cargo de la archicofradía de la Aurora y que continúan los nuevos responsables de las cofradías unidas.
En 1816 - se cumplen este año dos siglos- se redacta un nuevo inventario con fecha 15 de noviembre de la cofradía de la Aurora, San Sebastián y Benditas Ánimas del Purgatorio. Entre las imágenes figuran: la Aurora con su niño, la Aurora Dolorosa, San Miguel, Ntra. Sra. del Carmen, los arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael, Santa Rita, la Santa Cena, dos imágenes pequeñas de la Concepción y Santa Bárbara, Ntra. Sra. de Gracia con su niño Jesús, San Cayetano, San Sebastián y San Roque. Además se incluyen varios lienzos, entre los que destaca uno grande de las Ánimas y demás pertenencias de ornamentos litúrgicos, joyas y alhajas. La imagen de la Oración en el Huerto, que también salía el Miércoles Santo, se conservaba desde la fundación en 1729 en las casas del fundador.
Un nuevo inventario de 1818 mantiene más o menos las pertenencias de 1816 con algunas adiciones. Entre ellas se encuentra una "diadema de plata y cinco saetas de lo mismo" que son de San Sebastián.
A lo largo del siglo XIX la cofradía mantiene principalmente el culto y misas de Ánimas, además del de San Sebastián, aunque va decayendo la procesión del Miércoles Santo. En los inventarios que se realizan en este siglo, las imágenes de la Aurora, de la Aurora Dolorosa y de San Sebastián, junto al cuadro de las Ánimas, se mantienen en la ermita de la Aurora. El periodo de la desamortización eclesiástica hace mucho daño pues las rentas y propiedades que tenía la cofradía, procedentes de la antigua de Ánimas y San Sebastián, se pierden con lo que solo quedan los ingresos por los hermanos que no llegan a doscientos. A finales del siglo XIX, la imagen de la Aurora Dolorosa es la que preside el altar mayor y la de gloria está muy deteriorada en la sacristía.
Hay un nuevo inventario en 1914, cuando la ermita de la Aurora se incluye en la feligresía de Santo Domingo. Se describe como un edificio de una sola nave, de estilo churrigueresco, libre de humedades y bien conservada". Además de las imágenes del altar mayor que preside la Aurora junto a San Sebastián y San Roque, se describen los retablos. A la derecha del altar mayor está el retablo del Cristo de Ánimas, a continuación el de san Expedito con las imágenes de los corazones de Jesús y María y finalmente el retablo de la Santa Cena con san Pedro y San Andrés. Al otro lado está primeramente el retablo de la Aurora Dolorosa (se la nombra como Ntra. Sra. de los Dolores), a continuación de las gradas del presbiterio el altar de Jesús de la Humildad y Paciencia (que había llegado de las Dominicas tras la desamortización conventual), y en los dos pilares del arco toral las imágenes de Ntra. Sra. de Gracia y Santa Rita.
En la Semana Santa de 1925, la Aurora Dolorosa salió en procesión el 8 de abril, miércoles Santo, junto al Señor de las Necesidades y a Jesús de la Humildad y Paciencia. En los años de la II República salió la Aurora Dolorosa en la Semana Santa de 1935 y luego solo se mantuvo el culto a las Ánimas. El culto en la ermita se mantuvo hasta el estado ruinoso de la misma en el año 1954 fecha en que la novena de Ánimas pasó a Santo Domingo. Los recibos de la contribución de la cofradía de Ánimas como propietaria de la ermita de la Aurora se mantuvieron hasta 1970 y los recibos de la cofradía se cobraron hasta 1973. En el año 1957, último año desde el que el Señor de los Molineros salió de la ermita, los enseres de la Aurora pasaron a las iglesias de la Soledad y de Santo Domingo. Luego ya sabemos que el párroco de Santo Domingo inscribió la ermita de la Aurora o sus ruinas a nombre del obispado y se convirtieron en el bloque de pisos que hay en la actualidad, en cuyo bajo tiene un local la Virgen de la Sierra.
Nada o casi nada sabemos del destino del patrimonio que tenía. La imagen de San Sebastián, como las de la Aurora de Gloria o la Aurora Dolorosa, se encuentran en "paradero desconocido".
Y del culto a San Sebastián, desde finales del siglo XIX, no hay constancia de que se le rindiera, salvo las misas de cada 20 de enero en la Aurora y ante el altar mayor en el que se encontraba en una de las hornacinas laterales junto a la Virgen de la Aurora. Pero desde 1957, nada más se supo.
Según se ha dicho, la imagen que se encuentra en la iglesia de la Soledad podría proceder de la antigua ermita, pues hay algunas informaciones que así lo ponen de manifiesto cuando enseres de la Aurora pasaron a otros templos entre ellos este de la parroquia de los Remedios.
En el año 1988, el 1 de marzo, se aprueban definitivamente las Reglas de la actual hermandad del Huerto. Ya en los estatutos provisionales de 1987 se había recogido el nombre histórico de la hermandad. Ese mismo año la cofradía adquiere una nueva imagen de San Sebastián ante la imposibilidad de poder encontrar la primitiva. Se realiza por el madrileño Antonio Fernández Dorrego en su taller de Arganda del Rey, siendo policromado por Salvador Gumán Moral. También en el nuevo paso de misterio de la Oración en el Huerto, en cuyas cartelas centrales y laterales del canasto se recoge en imaginería las advocaciones que han estado en el seno de la archicofradía de la Aurora, se encuentra también una de san Sebastián.
Finalmente y tras las adaptaciones que las normas diocesanas establecieron, el 20 de enero de 1994, festividad de San Sebastián, Mártir, el entonces obispo de Córdoba, monseñor Infantes Florido, aprueba las nuevas reglas, confirmando la erección canónica en la Asunción y reconociendo la personalidad jurídica pública como asociación de católica. Así reza el título de la cofradía: Real Hermandad y Cofradía de nazarenos de Ntro. Padre Jesús de las Penas y de la Oración en el Huerto y Antigua Cofradía del Santísimo Rosario de Ntra. Sra. de la Aurora, Señor San Sebastián y Benditas Ánimas del Purgatorio.
En 1996, cuando finalmente la cofradía consigue una de sus más viejas aspiraciones como era la de contar con una capilla en la parroquia de la Asunción, la imagen de San Sebastián queda situada en una capilla situada a modo de sagrario en el banco del retablo, presidiéndola junto las imágenes titulares, Ntro. Padre Jesús de las Penas y de la Oración en el Huerto y Ntra. Sra. de la Aurora. Cuando se terminaba la capilla de la Oración en el Huerto en la parroquia de la Asunción, San Sebastián ha vuelto a tener culto en el seno de esta cofradía.
El culto a San Sebastián, es una de las viejas tradiciones egabrenses que cuenta con casi quinientos años en nuestra ciudad pues las referencias más antiguas a la cofradía y ermita de San Sebastián son de los primeros años del siglo XVI.
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