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La Pollinita realizó su estación de penitencia con los sones de la Banda del "Amarrao" de Ávila, llegada desde tierras teresianas en un año jubilar que quisieron destacar los músicos y la cofradía tocando al inicio de la procesión la adaptación a marcha del Ave María de Caccini. Mucha gente en todo el recorrido que lució sin prisas y con la tranquilidad de un tiempo estupendo.
A poco de haberse recogido el misterio de la Entrada en Jerusalen en el Monasterio de las Agustinas, junto a la Placeta de San Agustín, otra placeta, en este caso la de Aguilar y Eslava, se preparaba para la salida de la Misericordia acompañada de San Juan bajo un palio que puso la nota mariana en una jornada con tres misterios pasionistas. La tarde se completaba con la muchedumbre congregada en la plaza de Rubén Darío en el histórico recinto de la muralla y Barrio de la Villa. Allí se esperaba la salida de la hermandad del Lavatorio, que está en un año también de celebración por el 275 aniversario fundacional que con su impronta franciscana volvió a crear la expectación entre las muchas personas que asistían a su recorrido.
Cerraba la noche, en lo que a salidas se refería, el misterio de la Oración en el Huerto que, una vez más, puso la guinda al pastel de una jornada espléndida en la que muchos capuchones, niños, mantillas, costaleros, alumbrantes arroparon a las cofradías que pudimos ver en la calle y que desde la mañana, habían suscitado el interés de tanta gente que no quiso perderse ninguno de los momentos que nos brindó la primera jornada de la Semana Santa de este 2015.
Podemos estar muy contentos con este primer día que estamos seguros va a ser muestra de lo que nos espera esta semana. Pasó el Domingo de Ramos, y ¡cómo lo hizo!.
Y con el olor del incienso, las flores y la cera, muy pronto, las cofradías del Lunes Santo en la calle.
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