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Tras su intervención dio paso al presentador Fernando Castro, hermano mayor de la hermandad cordobesa del Perdón quien destacó en sus palabras el amor y la devoción a la Virgen de la Sierra que mantienen tantas personas que como él, hace tiempo que dejaron de vivir en nuestra ciudad y que allí donde estén, siguen vinculados a Cabra y a su patrona de una manera muy especial. Destacó el papel de José Juan Jiménez Güeto, párroco de la Trinidad y canónigo de la Catedral de Córdoba, y el trabajo pastoral que realiza, en el que siempre hay un matiz que deja ver la devoción serrana entre los cordobeses. El presentador hizo hincapié en la gran satisfacción de poder contar en Córdoba y en la parroquia de San Juan y Todos los Santos - Trindidad - con la estancia de la Virgen de la Sierra, algo que será un acontecimiento que quedará para la historia, entre los muchos que nos dejará este Año Jubilar.
Y llegó el turno del exaltador de las Glorias de Nuestra Señora de la Sierra. José Juan Jiménez Güeto, sacerdote egabrense ordenado por el papa Juan Pablo II en Sevilla, con tantos vínculos perennes con Cabra y nuestra Patrona. El exaltador de este año jubilar de la Virgen de la Sierra ya fue pregonero de las Fiestas de Septiembre en honor de nuestra Patrona en el también año jubilar 2000. En sus primeras palabras y tras la salutación al público asistente y a las personas que lo seguían desde la retransmisión de Atalaya Televisión, hizo un precioso recorrido teológico - literario por la Asunción de la Virgen y todo el sentido pentecostal de María en el centro de la Iglesia. Recitó algunos versos del poema Adónde va la rosa (Poema a la Asunción de Gerardo Diego) y luego se detuvo en unas sentidas palabras sobre María y la Trinidad, en las que se recreó en "la triple corona que la Virgen María recibe del Padre, Hijo y Espíritu Santo, como símbolos de la autoridad, sabiduría y caridad que Nuestra Señora tiene en el cielo y en la tierra". Los vivas a la Virgen se interrumpieron con los aplausos que el emocionado auditorio dispensó al exaltador.
Pero sería en la segunda parte de su exaltación cuando José Juan Jiménez Güeto se volcó en una excepcional narración teológica sobre la Virgen María, con citas de autores, reflexiones profundas y emocionantes palabras. Impresionante fue el recorrido por las visitas de la Virgen que serán el acontecimiento de los próximos días, previos a la procesión Regina Mater de Córdoba. Recuerdos de la infancia, de la niñez, de sus padres y hermano y un entrañable relato de cómo será la recepción de la Virgen de la Sierra en la parroquia de la Trinidad.
Emocionante disertación llena de fervor y devoción mariana, en la que el exaltador no quiso esconder sus profundas vivencias en torno a la Patrona de Cabra, la celestial viajera que llegará a Córdoba el 21 de junio y que permanecerá en la parroquia de la Trinidad hasta el 28, tras intensas jornadas de culto y fervor a la Divina Serrana.
El arcipreste y párroco de la Asunción, Zacarías Romero agradeció con sentidas palabras la exaltación de José Juan "a quien lo hemos visto como niño, devoto de la Virgen, disertador, teológo y sacerdote, pero sobre todo como un enamorado del tesoro que Cabra va a compartir estos días: la Virgen de la Sierra", dijo.
Un acto emotivo y sentido, que pone letras de oro a la celebración que el domingo tendrá lugar en el Santuario, cuando el arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo, presida la eucaristía conmemorativa de la Coronación Pontificia que él mismo se encargó de llevar a cabo hace diez años, cuando impuso la corona de la devoción egabrense y del reconocimiento canónico sobre las sienes de la imagen milagrosa de la Virgen de la Sierra.
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