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El «Varón de Dolores» de la iglesia de las Escolapias
13.08.23 - Escrito por: Antonio R. Jiménez-Montes
 Caminos de Pasión ha elegido como pieza destacada del tercer trimestre de 2023 una imagen muy singular y poco conocida de nuestro patrimonio artístico. Se trata del Varón de Dolores que conserva el Museo de Arte Sacro que se ubica en la Iglesia del Colegio San José de las Escolapias, antigua de los padres Capuchinos de Cabra.
Una imagen rara, a decir por las pocas que existen sobre este tema en España y que además tiene unas connotaciones históricas y devocionales muy interesantes. La advocación responde al Cristo Varón de Dolores o Cristo de la Piedad, que son los nombres usados en una de las iconografías con significado simbólico en la que se representa la Pasión desde el espíritu profético del Siervo de Yahvé en los cánticos de Isaías. Uno de los cuatro poemas (Is. 53, 3) alude a esta Imago Pietatis cuando dice: «Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no le tuvimos en cuenta»
El tema iconográfico surge en el arte cristiano en torno al siglo XIII, a partir de un icono bizantino ofrecido por el papa Gregorio Magno a la basílica romana de la Santa Cruz de Jerusalén. Tanto en la Misa de San Gregorio como en las imágenes posteriores, el carácter simbólico y eucarístico de esta iconografía mantendrá los rasgos que se plasman en algunas obras de los siglos XV y XVI, como es el caso del que se conserva en el Museo Arqueológico de Údine en el Norte de Italia, obra del pintor veneciano Vittore Carpaccio.
Pero será en 1630 cuando se cree el esquema que observamos en esta imagen del Museo de Arte Sacro de la Cofradía Escolapia del Buen Fin. En esa fecha Domingo de Rioja y por encargo de Francisca de Oviedo y Palacios, agustina recoleta conocida como la Beata, realiza el Cristo de la Victoria. La imagen fue venerada en la iglesia de san Ginés de Madrid, en la capilla del Palacio Real y en Plasencia, hasta llegar a Serradilla (Cáceres) en 1648. La Beata tuvo problemas para sacar la imagen de Madrid y también de Plasencia, en el camino a Serradilla, por los milagros que los fieles atribuían a su intercesión. Una vez en Serradilla, «la imagen se colocó en la parroquia y posteriormente en la pequeña iglesia que se erigió. La imagen era ya muy conocida y atraía a sus devotos de toda clase social que acuden en piadosa peregrinación. Y es en 1655 cuando se decide transformar el pequeño hospital en convento de agustinas recoletas», y allí se ubica la imagen, como se recoge en la web de los Agustinos Recoletos.
El Cristo de la Victoria de Serradilla está considerada la imagen de la que derivan las versiones posteriores y a las que sirve de referente y modelo, que no son muchas y de ahí su significación. De 1661 y también realizada por Domingo de Rioja, es el Cristo de los Dolores y Agonía de Taraconte, en Tenerife que goza de gran devoción y popularidad en Canarias.
Y como en el caso del Varón de Dolores de Cabra, que claramente se inspira en el de Serradilla, es una imagen que servía de expresión plástica al pasaje de Isaías, con gran valor catequético y que, en el contexto de aquella espiritualidad barroca, era un excelente elemento para la evangelización. Y así se testimonia en la Historia de los Capuchinos, de Fray Nicolás de Córdoba escrita en 1759 y con añadidos posteriores, que se trataba de una imagen que gozaba de gran devoción en la comunidad y entre los vecinos de la población.
Según el manuscrito citado, la imagen con la advocación de Cristo de la Piedad, aparece documentada en el desaparecido convento de los padres Capuchinos de Cabra desde su fundación y es en 1769 cuando la imagen se traslada de la escalera del coro a una nueva capilla, que podía ser la conocida como Tribuna, que se bendice el 2 de febrero de ese año y en la que se ubica hasta el siglo XX. Tras la desamortización de 1835 el convento capuchino desaparece por ruina y la iglesia con su contenido queda al cuidado de algunos presbíteros que fueron frailes exclaustrados capuchinos, hasta que en 1899 llegan las Escolapias y crean el Colegio San José, haciéndose cargo y conservando la iglesia hasta nuestros días.
Tras las tareas de mantenimiento y mejora llevadas a cabo por la cofradía de Los Estudiantes el año pasado en torno a los aniversarios de Valdés Leal, la imagen del Varón de Dolores o Cristo de la Piedad de Cabra se conserva actualmente en una hornacina del antiguo coro de los frailes capuchinos, detrás del altar mayor y retablo con el gran lienzo de Valdés Leal, donde su ubica el Museo de Arte Sacro de la Cofradía del Buen Fin en la Iglesia de las Escolapias.
Por su iconografía, características y documentación, podemos situarla temporalmente a mediados del siglo XVII. De tamaño menor del natural, aparece descrita en el Catálogo histórico artístico de Cabra como imagen de unos 80 cms, de madera policromada y de principios del siglo XVIII. Se presenta prácticamente desnudo salvo el paño de pureza o perizoma, anudado a la derecha, mostrando las llagas de la Pasión y pisando una calavera con el pie izquierdo. Con el brazo izquierdo abraza la Cruz mientras que lleva el derecho hasta el pecho dejando entrever la herida del costado atravesado. No tiene corona de espinas ni aparece tampoco serpiente o dragón como en otras representaciones.
Aunque seguimos con la investigación sobre la historia de los Capuchinos de Cabra, de momento, al no contar con documentación sobre autoría, mantenemos lo que se ha indicado en algunas publicaciones en las que Juan Manuel Valverde y Salvador Guzmán, señalan que podría provenir de taller madrileño, tal vez relacionándolo con el Cristo de la Victoria, obra de Domingo de Rioja.
Hace 10 años la hermandad sevillana del Sol, incorporó como titular al Varón de Dolores en la procesión del Sábado Santo, siendo obra del imaginero José Manuel Bonilla Cornejo, lo que ha permitido mayor visibilidad y protagonismo de esta iconografía pasionista. También en Sevilla se conserva en la Iglesia del Pozo Santo una imagen del siglo XVII atribuida a Pedro Roldán con esta misma iconografía. Pero se pueden contar con los dedos de la mano las que existen.
De ahí la singularidad del Cristo de la Piedad o Varón de Dolores del Museo de Arte Sacro de Cabra, que lo hace prácticamente único en nuestra provincia y una de las más antiguas representaciones de toda Andalucía, siendo pieza destacada en todo momento y con toda razón este trimestre se difunde como tal por el consorcio de Turismo Caminos de Pasión.
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