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Pregón a San Rodrigo, mártir

Asunción y Ángeles y Demonios (IV-V)

Sobre la imagen del Cristo de la Sentencia de Cabra

30.03.21 - Escrito por: Antonio Ramón Jiménez Montes

En el año 1987 pudimos ofrecer algunos retazos de la historia del Cristo de la Sentencia en una conferencia que pronuncié en los actos de presentación de la restauración que Salvador Guzmán Moral llevó a cabo en la imagen del Santísimo Cristo de la Sentencia.

Recogiendo las notas de aquella charla en la que apuntábamos algunas ideas sobre los orígenes de esta singular imagen protagonista junto a la Virgen de la Paz del Martes Santo egabrense. Algunas de ellas, ya publicadas y recogidas también en otros trabajos, nos llevaban a plantear que la imagen del antiguo Señor de la Penitencia, hoy venerado como Cristo de la Sentencia, tenía orígenes granadinos y que podía estar muy vinculado a la Comunidad de las Agustinas Recoletas y a la imagen del Cristo del Perdón con el que guarda rasgos estéticos muy parecidos.

Ciertamente la falta de documentación existente para corroborar autoría u otros aspectos no impide que se puedan plantear hipótesis sin otro ánimo que una búsqueda de respuestas que, como siempre decimos, no pueden ser concluyentes desde ningún punto de vista.

Las cofradías, aparte de los inventarios que acreditan sus enseres o en las actas de sus cabildos, lógicamente han dejado su muestra en la procesión de las imágenes titulares en la Semana Santa. Contamos pues con referencias en documentos sueltos, en escrituras y legajos y, ya a finales del siglo XIX y en el siglo XX a publicaciones en prensa local o en estudios tanto generales como específicos sobre la Semana Santa y las cofradías de Cabra.

Insistimos una vez más en la importancia de las tareas de secretaria y archivo en las cofradías llamando la atención no solo del cuidado, custodia y conservación sino también en la necesidad de contar con criterios rigurosos para que la producción de documentación actual pueda conservarse para el futuro. Por ello animamos a todas las cofradías a realizar una constante labor en este sentido pues será fundamental para estudios futuros en torno a nuestras cofradías y todo lo que internamente pueda servir para conservar su historia.

A la hora de hablar de la antigua cofradía del Señor de la Penitencia, hay que hacer una alusión a la archicofradía de la Vera Cruz que organizaba las procesiones del Jueves Santo de Cabra desde las primeras décadas del quinientos y que está considerada la decana de la Semana Santa por su pronta fundación en los primeros años del siglo XVI.

La devoción a la Santa Vera Cruz aparece muy pronto en España, situándose su nacimiento en torno al año 1315, donde tenemos el dato de que las Cortes de Castilla se inician con un juramento a la Sta. Vera Cruz. Luego, en los albores del siglo XV, la orden franciscana funda la primera cofradía que tiene por titular la Verdadera Cruz y a partir de ahí se extenderá la creación de hermandades con esta advocación.

El sentido inicial de la práctica de la penitencia hace que, en el seno de estas primitivas cofradías, surjan los "cofrades de sangre" que, por medio de severas penitencias y como flagelantes en la procesión, simbolizan el deseo de expiar los pecados por parte de los cofrades penitentes. El papa franciscano Sixto IV desarrolla ampliamente esta devoción a la Vera Cruz y en 1547 el Concilio de Trento prepara una doctrina sobre la justificación de la penitencia como unión del hombre con la gracia tras el pecado. En el siglo XVI prácticamente todas las cofradías de la Vera Cruz son penitenciales en este sentido de la manifestación pública de la práctica de la penitencia por parte de los cofrades.

En Cabra con la aparición temprana de una cofradía de la Vera Cruz, van surgiendo hermandades en su seno que luego irán independizándose de la matriz para constituirse en hermandades con sus propios estatutos al margen de aquella.

La Cofradía del Cristo de la Penitencia (como se le conocía) que hoy es la del Cristo de la Sentencia está vinculada con estos orígenes comunes en la Semana Santa de Cabra. Pero es difícil situarnos en la posible autoría y origen de una imagen como la que nos ocupa que tiene un claro referente en el Barroco granadino o, al menos, de los focos de producción en la Andalucía oriental.

En este sentido habría que situar la presencia de la imagen del Señor de la Sentencia (antiguo Ecce Homo o de la Penitencia) podría estar ya en Cabra en la primera mitad del siglo XVIII y todo apunta a que tendría que ver con la presencia en Cabra de las Agustinas Recoletas.

Cuando en 1697 las Agustinas vienen de Granada para fundar un convento en Cabra, se alojan apenas unos días en el Convento de San Martín de las Madres Dominicas. Luego pasarían a unas casas contiguas a la Iglesia de San Juan del Cerro, que fue la primera iglesia en la que rezaron las recoletas de San Agustín. La historia queda suficientemente recogida en el libro de Antonio Moreno Hurtado publicado en el III Centenario fundacional.

Una vez instaladas las monjas en el nuevo convento, según las referencias que constan, la iglesia de las Angustias tendría la imagen de la titular, Ntra. Sra. de las Angustias, el Santísimo Sacramento y alguna imagen de San Agustín. Poco a poco se irán construyendo retablos y colocando nuevas imágenes que fueron encargadas para la terminación de la nueva iglesia agustina que junto al convento nuevo se construyó en las antiguas casas de Aguilar y Eslava en la actual placeta de San Agustín.

D. José del Carpio en su manuscrito Apuntes para la Historia de Cabra señala que el 20 de noviembre de 1707 se realizó la inauguración oficial del nuevo convento de las Agustinas recoletas con "insólita magnificencia". Se hace referencia al traslado desde el Cerro y se indica: Al traslado desde San Juan del Cerro a la nueva casa de la calle Don Diego Avis acudieron en procesión todas las cofradías, las órdenes religiosas (...) luego Ntra. Sra. de las Angustias, el Stmo. Sacramento, el clero (...)" con lo que vemos que la única imagen que las Madres Agustinas traían de la fundación era la de la Virgen de las Angustias.

En 1709, como refiere Antonio Moreno Hurtado en el libro sobre las Agustinas, el libro becerro del monasterio recoge «nos trajeron a fin de Quaresma al Señor de la Coronación y se quiso su Magestad quedar con nosotras para nuestro consuelo y el año de 1713 fue el primero que la comunidad lo colgamos, día de su nombre Santísimo, como se hace con nuestra Señora desde el año 1701, con gran consuelo destas sus hijas».

¿Podría ser este Señor de la Coronación el que luego pasó al Cerro y se veneró como Ecce Homo o Señor de la Penitencia, hoy de la Sentencia? Como ya dijimos en 1987 nuestra opinión es que sí. Y además la relacionamos con una posible muestra de gratitud de las Agustinas hacia la Fábrica de San Juan del Cerro entregándola a dicha iglesia y razón por la que el Cristo de la Sentencia pasó a este templo en el seno de la Archicofradía de la Vera Cruz, servidera en dicha iglesia. Los inventarios así nos permiten plantearlo puesto que nada se dice de su origen.

El parecido entre las imágenes del Cristo del Perdón y del Cristo de la Sentencia es manifiesto a simple vista. En el estudio comparativo que realizó Salvador Guzmán al restaurar al Cristo de la Sentencia, se muestra la similitud entre las dos imágenes que habría que situar en un mismo círculo artístico. Surge así la duda de si las dos imágenes podrían haber venido de Granada por encargo de las Agustinas o por alguno de sus interlocutores en Cabra o en Granada, entre ellos el padre Ramírez de Mesa. Por ello y por las fechas que estamos barajando (primeros años del siglo XVIII), podemos plantear que ambas imágenes están relacionadas entre sí y por tanto tienen que ver con la orden de las Recoletas de San Agustín.

Las referencias posteriores nos llevan hasta la mitad del siglo XVIII. En 1758 Fray Nicolás de Córdoba no cita la imagen del Señor de la Penitencia, Ecce Homo o Coronación (hoy de la Sentencia). Como hemos comentado y ya se ha publicado en diversos trabajos, la procesión del Jueves Santo, en Cabra, recogía en su seno la mayoría de los pasos de nuestra Semana Santa, aparte de las del Miércoles Santo, con la Aurora, Viernes con el Nazareno o Sábado con la Soledad. Cabe pues pensar que la primera procesión del Señor de la Sentencia tuviera lugar un Jueves Santo, como así ocurrió después durante muchos años.

En 1766 se abre el testamento de doña Juana Barrera Carrasco y dice que su hermano don Juan Barrera «le hizo al Señor asomado a la ventana que se venera en la Iglesia del Señor San Juan Bautista, desta villa, unos candeleros de madera charolados, la capa encarnada que a su magestad le ponen de ordinario, unos manteles para el altar y se costeó el dicho altar y un palio de damasco con sus fleques». Había testado en 1755 con lo que desde esa fecha el balcón de madera era otra de las notas características de la antigua iconografía de esta imagen que haría que, en varias ocasiones, también se le mencione con esa denominación de Señor Asomado a la ventana.

Hay una referencia del año 1883 en que, a causa de la lluvia del Jueves Santo, el Ecce Homo y su cofradía procesionaron el sábado santo por la tarde, ya que así lo recoge El Egabrense:

El Sábado Santo por la tarde pudieron hacer estación las sagradas imágenes que no lo habían hecho el Jueves Santo por causa de la lluvia, en unión con las correspondientes del día. La Santa Cruz en que se expresa por medio de una alegoría oportuna la institución de los Sacramentos, el Lavatorio, la Cena, Jesús Preso, Ecce Homo, el Señor atado a la Columna, Jesús Caído y Ntra. Sra. de los Remedios son las hermandades que hicieron estación con sus sagradas imágenes en dicho día con decoro y recogimiento.

La referencia a la Santa Cruz y las alegorías de los Sacramentos nos llevan a una tradición que fue nota singular en la procesión del Jueves Santo y que, en el siglo XX se intentó recuperar sin éxito. El Egabrense de finales del siglo XIX hace un comentario acerca de lo sobresaliente de algunas de ellas y así, tras referirse a la Real Archicofradía de Jesús Preso, dice sobre la de la Penitencia que procesionaba al Ecce Homo (insistimos en que es el actual Cristo de la Sentencia):

Entre ellas permítasenos fijar la atención en la hermandad de la Penitencia, que es en extremo edificante y consta de setenta y dos hermanos que asisten descalzos, sometidos a duras penitencias, con los rostros cubiertos y guardando profundo silencio que no quebrantan en toda la estación. Circunstancia laudable por extremo que contrasta con la conducta de muchos hermanos de las demás cofradías cuyo contraste nos sugiere esta reflexión.

Esta referencia nos permite apuntar que la imagen del Ecce Homo que pudo ser la primitiva del Señor de la Coronación que las Agustinas traen y dejan en el Cerro, pasó a ser conocido como Señor de la Penitencia precisamente por estas prácticas de sus hermanos en la procesión, consideradas como edificantes y laudables, dando nombre a la hermandad en cuyo seno tenían lugar estas penitencias y a su titular.

Ya en el siglo XX las referencias que tenemos a esta imagen de Cristo y su cofradía son más o menos coincidentes en cuanto a los aspectos descriptivos de la imagen y también de su procesión de penitencia cada Jueves Santo.

Un extenso artículo publicado en La Opinión, en 1966, bajo el título "Las procesiones de principios de siglo. Del archivo de mis recuerdos" que firma Manuel Mora nos acerca a la Semana Santa de principios del siglo XX y al hablar del Jueves Santo, señala:

Después el Señor de los Sayones y el Cristo de la Penitencia, al que llaman así porque antes le seguían numerosos hermanos, descalzos unos, arrastrando cadenas o con grilletes o con pesadas cruces de madera, otros; los que en la época a que nos referimos se habían sustituido por un cortejo de niños que llevaban los atributos de la Pasión y el Arca de la Alianza, llamada popularmente "La mesita". Los hermanos mayores, respectivamente, don Francisco Arroyo y don José Morales.

Referencia que coincide con lo que también publicaba Nicolás Albornoz en su Historia de la Ciudad de Cabra (1909) que dice así: "El Jueves Santo sale la imagen de Cristo cuando se presenta al pueblo y aparece el Señor sentado ante un balcón con una caña a manera de cetro. Lleva la imagen un sencillo manto color escarlata y le llaman el Señor de la Penitencia pues le sigue su numerosa hermandad, compuesta hasta hace pocos años de hombres que marchaban descalzos, otros con grilletes, otros llevando pesadas cruces de madera, otros con calaveras en las manos y otros llevando los brazos en cruz durante la procesión. Esta hermandad, que verdaderamente imponía respeto y admiración a su paso, se ha sustituido por otra de niños muy bien vestidos, calzando sandalias, llevando unos atributos de la Pasión y otros una pequeña arca dorada que representa el arca de la alianza en recuerdo de la ley antigua. Es hermano mayor don José Morales".

El 28 de marzo de 1920, La Opinión recoge su crónica sobre la Semana Santa y dedica una línea a la Cofradía de la Penitencia: "también es paso lindo la Penitencia, de la que el sr. Morales es el hermano mayor".

En 1926 y en la portada de El Popular de ese año (31 de marzo) se hace un comentario sobre las procesiones y señala:

Saldrá el Jueves Santo La Penitencia con su cuadrilla de trompeteros. A esta imagen que hacía muchos años que no había salido precederán, como siempre, el ángel, los cuatro niños con el arca de la Alianza (la popular "mesita") y doce con los atributos de la Pasión.

Cuando dice "precederán como siempre" podemos afirmar que la tradición sobre los niños y el ángel, el arca de la Alianza y los doce con atributos de la Pasión, estaba en el ánimo de vecinos y que, en esa procesión de 1926, se recuperaba algo que la gente aún no había olvidado. Además, en un nuevo número de El Popular, del 20 de abril de 1927, podemos leer:

El Jueves Santo por la tarde hicieron desfile: el Señor de la Penitencia. Con este paso iban los niños de la mesita con los atributos de la Pasión del Redentor. El simpático desfile de los pequeñuelos nos recordó la celebre Cruz de los Novios que salía antiguamente y en la que también los niños marchaban representando los Santos Sacramentos. También llevaba sus secciones de penitencia y trompeteros. Ha sacado esta imagen - concluye - el joven don Antonio Morillo Álvarez.

Esta referencia nos confirma la razón del nombre (por los penitentes) y la afirmación de que la Santa Cruz era la de la Vera Cruz que ya en estas fechas había dejado de salir.

En 1933 en un documento firmado por don José Pérez Polo indica que a instancias del párroco de la Asunción, don Francisco de Paula Caballero, retira «la imagen de Jesús, llamado de la Penitencia, con la parte alta del trono, tres potencias, una corona, un cairel, una soga, una caña, una púrpura y un balcón de madera» por el posible peligro que la imagen y sus enseres podían tener después de los altercados de la época. Esos enseres son los que se han conservado hasta hoy siendo característicos de esta imagen desde siempre. En el año 1940 el Ayuntamiento concede una subvención de 40 pesetas para que salga la procesión. En aquellos años también se produce la incorporación de mujeres en la cofradía, siendo hermano mayor Antonio Morillo, una nota que también se mantiene con la única cuadrilla de mujeres costaleras y la primera que surge íntegramente formada por mujeres.

En abril de 1965 encontramos una nueva referencia en La Opinión (27-04-1965) a la procesión del Señor de la Penitencia en el Jueves Santo de aquel año:

A continuación, seguía Ntro. Padre Jesús de la Penitencia que después de unos años de no procesionarse ha vuelto a salir esta Semana Santa gracias al entusiasmo de un grupo de hermanos digno de todo encomio y aliento. El paso iba adornado con mucho gusto, con un bien ordenado cortejo de capuchones. La imagen estrenaba un precioso sudario, también son nuevos la peana y otros ricos detalles de exorno, consiguiéndose un bello y artístico resultado. Es hermano mayor don Pedro Urbano.

En 1966, en la crónica que se publicó pasada la Semana Santa, en el número del 17 de abril encontramos algunos datos interesantes. Por una parte, se indica que el trono "una alfombra de flores", iba "precedido de muchos capuchones". Continúa La Opinión señalando que "esta cofradía estrenó dos candelabros de metal plateado, cruz de guía, dos faroles metálicos, tres potencias, corona de espinas, cetro, báculo y crucifijo de plata. Detrás del paso la banda de cornetas y tambores de la municipal. Hermano Mayor don Pedro Urbano Moreno".

1966 fue un año intenso por cuanto, en el mes de mayo, la cofradía de la Penitencia colabora con la feligresía de la nueva parroquia de los Remedios en la bajada del Cristo del Calvario y celebración de la fiesta de la Cruz, como reseña también el núm. 2280 de 7 de mayo. Ya en 1967 encontramos una referencia más completa - se dice que los hermanos de la cofradía son similares a los de la Columna, "en su mayoría de clase modesta" y que el hermano mayor ese año es don Francisco Alguacil Serrano- comenzando por el nombre de la cofradía:

Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Penitencia. Es una bella imagen de Cristo presentada al pueblo, sentado ante un balcón con las manos atadas en las que lleva una caña a manera de cetro. Luce esta imagen un manto escarlata y antiguamente le seguían penitentes que marchaban descalzos, cubiertos con túnicas blancas, unos arrastrando cadenas, otros con grilletes o llevando pesadas cruces de madera; algunos con calaveras en las manos

Como vemos en todas estas publicaciones comprobamos los altibajos que a lo largo de todo el siglo XX, como pasa en otras imágenes con o sin cofradía, la procesión de esta imagen sufre altibajos en su presencia en la Semana Santa de Cabra.

Los años siguientes la antigua cofradía del Señor de la Penitencia vino a menos y dejó de procesionar hasta que 1972 se crea una nueva cofradía en la también nueva parroquia de San Francisco y San Rodrigo de la Barriada. Se decide cambiar la advocación del Señor y pasa a llamarse Cristo de la Sentencia, en cuya cofradía se seguirá venerando a esta antigua imagen del Señor de la Coronación, Ecce Homo, Asomado al Balcón o de la Penitencia, como había sido denominado en distintas etapas desde sus orígenes en los primeros años del siglo XVIII. Junto a la imagen de este Cristo, también se crea una cofradía mariana, la de la Virgen de la Paz que, con el paso del tiempo, se fusionarán y desde 1988 pasarán a ser una sola con ambos titulares.

Paco Carmona en su pregón de 1974 habla de la "nueva cofradía" en estos términos: "Y desde hace dos años el buen párroco don Francisco Ramírez Chamizo, con entusiasmo y extraordinaria entrega hizo que surgieran en la Barriada las cofradías del Cristo de la Sentencia y Nuestra Señora de la Paz que hacen estación en la noche del Martes Santo". La cofradía colaboró en 1975 con la recaudación que se estuvo haciendo para las obras de la nueva parroquia de San Francisco y San Rodrigo, como se recoge en los listados de donativos que se publicaron para ayudar a la terminación del nuevo templo de la barriada.

El 7 de abril de 1975, el número 2593 de La Opinión indica: "En la noche del Martes Santo hicieron estación de penitencia por las calles de la Barriada el Stmo. Cristo de la Sentencia y Ntra. Sra. de la Paz que este año por primera vez, salieron del hermoso templo que se ha levantado y que está casi terminado".
Tras del Cristo que acompañaban numerosos hermanos con velas iban el párroco don Francisco Ramírez Chamizo, el alcalde don Manuel López Peña, el maestro nacional don Valentín Aguirre y otros miembros de la junta. Hermano Mayor don Pedro Castro Tamaral. Precedían a la Virgen algunas mujeres algunas de las cuales se cubrían con mantilla. Hermana mayor Srta. Loli Vera Jiménez. Destacamos con satisfacción la entusiasta cooperación de los vecinos de la Barriada que tanta ilusión como desinterés han trabajado para dar esplendor a las cofradías de su parroquia".

En los primeros años junto al Cristo de la Sentencia procesiona una antigua imagen procedente del monasterio de Agustinas Recoletas como Ntra. Sra. de la Paz, hasta que a finales de 1984 Juan Martínez Cerrillo crea la que sería su última imagen, que se bendice a primeros de enero de 1985 bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Paz, y que se configura como titular de la cofradía del Martes Santo.

Ya en los años 90 del siglo se amplía el nombre de la cofradía y la imagen del Señor pasa a denominarse "Santísimo Cristo de la Sentencia en sus burlas y Coronación de espinas" al tiempo que se incorporan dos imágenes en el misterio de la Sentencia, realizadas por Salvador Guzmán que realiza también un importante trabajo de restauración en la imagen del Cristo. También por esos años se recupera la presencia del Arca de la Alianza (la antigua y popular "mesita") así como los niños con los atributos de la Pasión que fueron propios de los primeros años del siglo XX.

Con estas notas queremos destacar en este Martes Santo de 2021, que la imagen del Cristo de la Sentencia recoge una antigua y dilatada historia en la Semana Santa de Cabra. Cuando en esta jornada sin procesiones, nos acerquemos a su contemplación en la parroquia de San Francisco y San Rodrigo, junto a la Virgen de la Paz, estaremos ante una de las imágenes cuya primitiva cofradía se compuso de "setenta y dos hermanos" que hacían penitencia a los acompañaban los trompeteros.

Y que sus señas de identidad más características se mantienen desde sus orígenes en el siglo XVIII, conservando estos elementos en la imagen sedente del Señor que desde la Barriada, sigue ofreciendo una estampa tan singular de nuestra Semana Santa: Cristo coronado de espinas, proclamado rey de los judíos con una caña como cetro y una soga al cuello, con las manos atadas, con su manto púrpura que, con su iconografía nos presenta el momento de la coronación de espinas del Señor tras la lectura de la Sentencia.

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