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"Me llenaría de gozo poder recibir a la Virgen en la Trinidad"
20.11.14 - Escrito por: José Juan Jiménez Güeto
 Tras conversaciones mantenidas con el reverendo José Juan Jiménez Güeto, reproducimos a continuación una opinión sobre su posicionamiento sobre la participación de María Santísima de la Sierra, en la procesión magna "Regina Mater" en la capital cordobesa. Cabe destacar que nuestro paisano es el párroco de la Trinidad, templo que acogería a la imagen de nuestra Patrona durante la semana de estancia que tendría en Córdoba.
Queridos hermanos y paisanos:
Me gustaría manifestaros mi posición sobre éste extraordinario acontecimiento, que si los hermanos de la Archicofradía de María Santísima de la Sierra lo aprueban, de que nuestra amada Patrona estuviera presente en el Magna que se va a celebrar en Córdoba con motivo del 775 aniversario de la La Catedral de Córdoba. Considero, desde la mayor sencillez y respeto, que es muy bueno y necesario esta participación cuando nosotros estamos celebrando el Año Jubilar.
No caigamos en la tentación de querer reservar este hermoso tesoro y gracia que hemos recibido, y que generaciones y generaciones de egabrenses han conservado con esmero, piedad y devoción a lo largo de los siglos. Es una buena noticia, que como nosotros vivimos cada mes de septiembre, tantas y tantas personas devotas de María Santísima de la Sierra, puedan recibir la visita de Aquella a la que aman con toda su alma y a la que van a visitar continuamente a su santuario. ¿Pueden imaginar los rostros de tantas mujeres y hombres mayores de los pueblos que están bajo el amparo de la Casita Blanca que la Madre de Dios les visite en sus pueblos o aldeas?
Creo que todos ellos son tan herederos de la protección y el amparo de la Virgen de la Sierra como todos nosotros, y como escuchamos en el Evangelio de este domingo, lo que hemos recibido no está para esconderlo está para compartirlo. Y lo importante es extender más y más la devoción de María Santísima de la Sierra más allá de cualquier frontera. Igualmente, la celebración del 775 aniversario de la Consagración de la Catedral de Córdoba, bien merece una celebración de esta categoría, máxime cuando el Templo Mayor de la Diócesis está dedicado a Santa María. Este templo es el corazón de toda la Diócesis de Córdoba, es el templo madre de todos los templos de nuestra capital y provincia; es expresión de comunión y unidad, aquí se encuentra la Cátedra, la sede del sucesor de los apóstoles.
El pueblo de Cabra, mi pueblo, tras las huellas de María Santísima de la Sierra no pueden faltar a esta cita que será una de las mayores expresiones de comunión de la Iglesia de Córdoba. Personalmente, me llena de ilusión y gozo el poder recibir en la Parroquia de la Trinidad que tengo a mi cargo a mi bendita madre, a mi patrona, a la que cuida y vela de mi vida. Os puedo asegurar, que toda mi parroquia se pone al servicio de todos vosotros y de todo lo que necesite la Archicofradía durante los días que Nuestra Patrona presida el Altar Mayor del templo. Un templo recientemente reformado y que cuenta con muchas medidas de seguridad. Me encantaría que durante los días que estuviera en mi Parroquia hubiera muy poca diferencia a como está en nuestra Parroquia de la Asunción y Ángeles, salvando la distancia. Os puedo asegurar, que la Parroquia de la Trinidad y el párroco trabajaremos intensamente para que todos los egabrenses y devotos de María Santísima de la Sierra se sientan muy orgullosos de la acogida recibida.
Ya hemos dado muestras cuando recibimos a la Hermandad de la Virgen del Rocío de Cabra con motivo del Rocío de la Fe. Nada comparado con la presencia de nuestra Patrona en esta Parroquia. También felicito a la Junta de Gobierno de la Archicofradía y al Hermano Mayor por la discreción, seriedad y trabajo que están mostrando desde el primer día que el Cabildo Catedral les invitó a participar de este acontecimiento. Humildemente os pido a todos, y en especial a los que tenéis que emitir vuestro voto y con ello la decisión, que tengáis a bien regalarnos un tiempo de felicidad a tantos y tantos que deseamos recibir a la Virgen de la Sierra en nuestras aldeas, pueblos y también en la capital.
Un abrazo grande para todos. Y que María Santísima de la Sierra bendiga todos los hogares y cuide especialmente de los que padecen el rigor de la enfermedad, están impedidos o sufren los estragos de esta crisis.
¡Viva la Virgen de la Sierra!
¡Viva nuestra Madre!
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