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Si hoy fuera Lunes Santo...
23.03.15 - Escrito por: Antonio R Jiménez Montes
El tiempo en Primavera, ya se sabe. Frío, calor, lluvia, viento. Variable, siempre variable. Es una de las constantes de esta época del año y es una de las situaciones que, por conocidas, más temidas son por los cofrades y en general por poblaciones como la nuestra que tienen en la Semana Santa uno de los baluartes de la fiesta, de la economía, de la tradición y en suma, de la forma de vida.
El tiempo meteorológico, provocó que el fin de semana pasado algunas de las actividades previstas por las cofradías, tuvieran que acortar sus recorridos e incluso llegar a suspenderse. Nos quedamos sin ese clásico del domingo de Pasión, que es el traslado del Sepulcro y que, desde hace tiempo, venía a ser como el principio del fin de la Cuaresma.
Y este lunes de la quinta semana, la que nos lleva a la Semana Santa, no puede ser más inestable ni tener peor pinta, con nubes, frío y un chaparrón que vaya la que está cayendo. Si fuera Lunes Santo, ¡madre mía!, hubiera estado pasado por agua y habría sido un estropicio que mejor no pensarlo. Pero como no lo es, bienvenida sea la lluvia y como mucha gente dice: que llueva ahora todo lo que quiera, y que el sol comience a brillar en la mañana del Domingo de Ramos y no se vaya hasta la tarde del de Resurrección.
Lo malo va a ser para los encalos, que si sigue lloviendo no va a dar tiempo a terminarlos, pero bueno, tampoco pasa nada si se hacen después. El Ayuntamiento si que luce su fachada en condiciones pues ya recibió su buena mano de pintura. Y también será cuestión de ver qué hacemos con las ropas, de primavera o de invierno. En los comercios podremos encontrar ropa, calzados y complementos de temporada, así que tampoco pasa nada si se tienen varias prendas previstas. Si hace buen tiempo por las mañanas, tampoco será la primera vez que haya que coger un abrigo para las noches de la Semana Santa.
En fin, seguirá oliendo a gajorros, pestiños y magdalenas, que es buena señal. Y seguirán los preparativos con los traslados de los pasos a los templos, para prepararlo todo, que una cosa no quita la otra. El incienso inundará nuevamente calles y terminarán los cultos de las cofradías que los tienen esta misma semana, con la Soledad y la Virgen de los Dolores de protagonistas.
En las casas se seguirá pensando en hacer albóndigas, de pescado, o ensaladilla, que luego no da tiempo a guisar y es mejor tener esas cosillas preparadas por si llega alguien. Se prepararán las túnicas y los costales, las ropas de monaguillo y las de mantilla. Se entregarán los cirios de nuestras cererías, se recogerán los capuchones hechos manualmente de cartón o de rejilla y se terminarán de preparar las variedades de flor cortada que, también desde los establecimientos que tenemos en Cabra sirven a las hermandades. Todo va llegando a su fin en esta Cuaresma, en una semana que comienza este lunes con lluvia y mal tiempo, pero que nos llena de ilusión de cara a lo que está por venir que es mucho y se aventura bueno.
Si hoy fuera Lunes Santo, estaríamos tristes y quizá llorosos. Sin embargo, este lunes de la quinta semana, nos vislumbra la esperanza de una Semana Santa plena en la que nuestras cofradías y toda la ciudad, puedan cumplir las ansiadas expectativas que llevan imaginándose desde la Pascua del año pasado.
Serán los últimos días de cuartelillos, los de colocar enseres y dar los últimos retoques. Se acabarán los ensayos de los costaleros, aunque habrá aún alguna cuadrilla que tendrá una nueva prueba en la misma puerta de la iglesia y otras que harán la despedida con el traslado del trono. Ultimarán sus ensayos los músicos que ya están también listos para acompañar a nuestras procesiones. Serán los días del gozo de las vísperas de tan grande acontecimiento y cada uno a su manera, irá conformando la cuenta atrás para llegar en condiciones y como la ocasión, una vez más, merece.
Por eso, gocemos en estos días que quedan de Cuaresma y terminemos de prepararnos en todo, sin olvidar lo interno y espiritual. Y mientras tanto, que se ultimen todos los detalles, que se vuelva al ajetreo de los templos con el montaje de los pasos, que se disponga todo para la gran semana que nos espera y que comenzará el próximo 29 de marzo, cuando las palmas y los ramos de olivo llenen de hosannas nuestras calles y abran las puertas de una nueva Semana Santa.
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